Éramos libres, no teníamos leyes que regir ni nadie a quien dar explicaciones. Íbamos y veníamos, hacíamos lo que queríamos. Nada era complicado, cuando algo no me gustaba desaparecía porque de la única persona de que dependía era de mí misma.
Poco después me desperté y me vestí con mis obligaciones.
No sabría decir qué me gusta más, si como escribes o las canciones que pones. :)
ResponderEliminarMe alegro que te guste a ti también.
Eliminar